Valentino Rossi es el mejor antídoto contra todo. El nueve veces campeón del mundo arrastra tal cantidad de fans que es capaz de obrar cosas tan difíciles como que acudan más espectadores a los circuitos sólo porque él se está jugando el título.
Da igual que haya crisis económica en algunos países -España, Italia u otros- o que el motociclismo no acabe de calar en ellos -Estados Unidos o Qatar-, el italiano es tan querido que puebla de amarillos las gradas de todos los circuitos.
Los datos oficiales corroboran esta tendencia. Así, en 2015 se aprecia un considerable incremento en la presencia de aficionados para ver en directo las carreras. Todos lo achacan al factor Rossi. Se puede refrendar comparando las cifras con sus años malos. Si bien en las primeras citas de 2011, cuando fichó por Ducati, todavía se creció, en 2012, cuando se veía que no aspiraba a grandes expectativas, los fans dejaron de acudir. El descenso fue significativo.
En 2013, el tirón de Marc Márquez hizo que se incrementara la presencia en algunas pistas, pero Rossi sigue siendo el mejor gancho. Incluso en circuitos como el catalán. "Valentino ha sido muy importante para el motociclismo. Nos ha hecho crecer a todos", reconoce abiertamente Jorge Lorenzo que, por mucho que sea su gran rival esta temporada admite que la repercusión que él mismo obtiene por el mero hecho de batirse con El Doctor es mayor.
"Nosotros venimos porque queremos ver ganar a Rossi", confiesa sin ningún tipo de rubor Johan, un holandés que junto a un grupo de amigos lucía en Assen una camiseta haciendo referencia al décimo título del transalpino. "No la comercializamos. Es sólo algo divertido para nosotros. Nos juntamos para ver las carreras y quisimos animarle así", comentaba. Holanda es un ejemplo claro del fervor por Valentino y la tendencia. Los años en los que el '46' pelea por la corona crece la afluencia de público
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